¿Cómo está tu gratitud hoy? Haz este test de autoevaluación y descúbrelo

Imagen de una mujer sentada frente a una mesa, escribiendo en un cuaderno mientras cierra los ojos y posa una mano sobre su pecho, en actitud reflexiva y serena. Encima de la imagen, el texto dice: "¿Cómo está tu gratitud hoy? Haz este test y descúbrelo". La imagen transmite introspección, conexión personal y una invitación a explorar el estado actual de la gratitud personal.

La gratitud tiene el poder de transformar nuestra vida desde adentro. No es solo una emoción bonita o una frase de cajita feliz. Es una práctica profunda, poderosa y científicamente comprobada que puede ayudarte a atravesar momentos difíciles con más claridad, presencia y esperanza.


Si has pasado por un proceso desafiante como una enfermedad, un duelo, una crisis emocional sabes que no siempre es fácil encontrar algo por lo cual agradecer. Pero también sabes que, en medio del caos, hay destellos de luz que merecen ser reconocidos.


Hoy quiero invitarte a hacer un pequeño test conmigo. No es un test clínico ni te dará un diagnóstico. Es una herramienta de autoobservación amorosa. Una forma de pausar y preguntarte: ¿cómo está mi conexión con la gratitud en este momento de mi vida?



¿Por qué este test?

Porque antes de empezar cualquier camino de transformación interna, es valioso saber desde dónde estamos partiendo. La gratitud puede cultivarse, fortalecerse y expandirse... pero primero necesitamos observar cómo la vivimos hoy.


Y lo más importante: no hay respuestas buenas ni malas. Solo respuestas sinceras.

Escala de valoración:

  • 1 = Casi nunca
  • 2 = Rara vez
  • 3 = A veces
  • 4 = Casi siempre
  • 5 = Siempre


Toma una hoja y un bolígrafo, o abre una nota en tu celular. Respira profundo. Y contesta con honestidad:

¿Practico la gratitud diariamente?

¿Puedo reconocer cosas buenas en mi vida incluso en momentos difíciles?

¿Expreso agradecimiento a otras personas?

¿Siento paz cuando agradezco?

¿Recuerdo momentos bonitos de mi día con facilidad?

Suma tus respuestas. Tu puntaje puede ir de 5 a 25. Y ahora… veamos qué significa tu resultado.


¿Cómo interpretar tu puntuación?


5 a 10 puntos → Tu conexión con la gratitud está en pausa.

Puede que estés atravesando una etapa muy dura. Tal vez te sientes desconectada, agotada o simplemente vacía. Y eso está bien. Este test no es para juzgarte, sino para que observes con compasión lo que está ocurriendo dentro de ti.

La buena noticia es que la gratitud es como un músculo: se puede fortalecer. Con prácticas simples y reales, puedes volver a conectar con lo que sí está, con lo que sostiene, con lo que te recuerda que estás viva.


11 a 17 puntos → Estás en camino.

A veces lo logras, a veces se te olvida. Tienes momentos de gratitud, pero también hay días en los que todo pesa demasiado. Este rango muestra que tienes apertura, pero necesitas constancia.

Pequeños ejercicios diarios pueden ayudarte a afianzar tu conexión con la gratitud y hacerla parte de tu vida cotidiana. No necesitas hacerlo perfecto. Solo necesitas hacerlo real.


18 a 22 puntos → La gratitud ya es parte de ti.

Estás cultivando esta práctica con compromiso y conciencia. Agradeces, incluso cuando las cosas no salen como esperabas. Ves lo bueno sin negar lo difícil.

Desde aquí puedes profundizar. Ampliar tu práctica, integrarla con otros hábitos de autocuidado y hasta inspirar a otras personas a hacer lo mismo.


23 a 25 puntos → ¡Felicidades! Tu conexión con la gratitud es profunda.

Es probable que la gratitud ya forme parte de tu día a día. Tal vez llevas un diario, haces afirmaciones, o simplemente tienes el hábito de dar gracias desde el corazón.

Esto no significa que tu vida sea perfecta. Pero sí refleja que has elegido ver la luz, incluso cuando hay sombra. Tu práctica es sólida. Ahora puedes seguir expandiéndola y sembrándola donde más se necesite.


¿Y ahora qué hago con esta información?


Primero: abrázate, estés donde estés en ese puntaje.

Segundo: decide dar un paso más. Uno pequeño. Uno tuyo.
Aquí van algunas ideas para empezar:

  • Anota tres cosas por las que te sientes agradecida cada noche antes de dormir.
  • Escribe una carta de gratitud (aunque no la entregues).
  • Observa la belleza en lo simple: una taza de café caliente, el canto de un pájaro, tu respiración.
  • Haz una pausa consciente cada día para decir en voz alta: Gracias por esto.

Y si sientes que te ayudaría tener una guía más clara, amorosa y práctica, te invito a conocer mi Diario de Gratitud para Acompañarte en tu Proceso. Es un espacio diseñado para que reconectes contigo, con lo que te sostiene y con tu fortaleza interna.


¿La gratitud tiene respaldo científico?

¡Sí! La ciencia ha demostrado que cultivar la gratitud de forma habitual tiene efectos poderosos:

  • Reduce la ansiedad y los síntomas de depresión.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Refuerza el sistema inmunológico.
  • Favorece relaciones más positivas.
  • Aumenta la resiliencia emocional.
  • Genera bienestar general y sentido de propósito.

No es magia. Es neurociencia. Y también es alma. Porque cuando agradeces, no solo se activan tus neurotransmisores de bienestar, también se activa tu esperanza.



Hacer este test no es el final. Es el comienzo de algo más profundo: reconocerte, abrazarte y caminar hacia una vida más presente y agradecida.

No importa si hoy tu gratitud se siente dormida. Estás aquí. Estás leyendo esto. Y eso ya es una semilla.


Gracias por permitirme acompañarte.
Con amor,
Leiby Díaz
@psicologaleibydiaz

Te acompaño con contenido gratuito en

Copyright © 2025